¿Tus padres te dijeron que debías ser el proveedor y hombre de la casa? ¿O te dijeron que debías atender la casa porque esa es la función de las “mujercitas”? Los roles de género en México siguen formando parte de nuestra sociedad y no se limitan a eso, pues a través de estos es como nos relacionamos todxs. Pero, para entenderlos es necesario hacer un recorrido histórico y ver como se han transformado en una sociedad que apela y lucha por desaparecerlos.
La sociedad marca que los varones debemos cumplir un cierto papel dentro de la misma para ser considerados “hombres” o no, cosa imposible de cumplir por diversos factores, entre los que no debemos olvidar el interés personal por querer cumplir con este papel o no. Sin embargo, a mitades del siglo XX y aún en la actualidad no se ha tenido siempre el poder de decisión, pero, el papel del hombre en la sociedad si ha cambiado.
Con la creciente industralización y la baja necesidad de actividades obreras pesadas, los hombres fueron relegados de sus comunes empleos, mientras que actividades como las maquilas comenzaron a necesitar mano de obra femenina. Esto generó un problema en los hogares, pues el papel de proveedor dejó de ser del masculino quien perdió la capacidad de sostener una familia, esto desencadenó dos cosas, la existencia de hogares de doble proveeduría y la sobreexplotación física y laboral del hombre que quería mantener su “hombría”, de manera que trabajaba de más para que sus esposas se mantuvieran siendo las responsables del trabajo doméstico.
A pesar de esto, las condiciones no mejoraron, las mujeres tuvieron que tener un doble empleo, pues tener a los varones en casa no hizo que estos se involucren en las labores domésticas como cocinar o lavar ropa, aunque sí en otras como la crianza de los hijos o cuidado de adultos mayores. Aunque esto no es aplicable a todos los estratos sociales, las personas con menos estudios (debajo de preparatoria), son las que menos se han involucrado, pero su ingreso no ha aumentado, obligando a sus cónyuges a aceptar trabajos informales, de medio tiempo o cercanos a sus casas como las ventas por catálogo o ambulante.
Finalmente, las cosas han cambiado, pero han agudizado las desigualdades, la falta de identidad del varón en una sociedad y su incumplimiento con estos roles han desencadenado una ola de violencia contra sus parejas mujeres, pues al ellas obtener mejores ingresos y tomar decisiones importantes se sienten vulnerados al no cumplir con el deber ser del hombre que dictó la sociedad.
Rojas, Olga Lorena, “Hombres y relaciones de género en México”, México 2022, CEDUA, COLMEX, p. 132.