Género para los no iniciados – Un recorrido multidisciplinar

¿Cómo explicar el género a no iniciados? Problemas metodológicos y lingüísticos

Como seguramente tú te has preguntado ¿Qué es el género? La antropóloga feminista Martha Lamas lo hizo, llevándola a recorrer los caminos teóricos, metodológicos y lingüísticos en la construcción del concepto género.

Hablar de género sigue ocasionando opiniones diversas en nuestros días, atribuible al desentendimiento del concepto género para las personas no iniciadas dentro de estos estudios y, una ambigüedad en el concepto y lengua.

Origen del término género

El empleo del término gender (género), proviene de la academia feminista anglosajona que en los años setenta quizó diferenciar las construcciones sociales y culturales, de la biología. Tenía un sentido de resignificación política demostrando que lo considerado “femenino”, era producto de un complejo proceso individual y social, no algo adquirido de manera natural como un determinismo biológico. El primer problema semántico es que gender en inglés, no corresponde totalmente al significado en castellano, pues el primero apunta directamente a los sexos, pero el segundo más bien corresponde a una forma de categorizar, cosa que ha despertado inquietudes y confusión entre los no iniciados. 

Algunos de los trabajos pioneros

Las ambigüedades ocasionaron que se utilizara el concepto para referirse a un sexo en particular, “las mujeres”. Sin embargo, eso caía en el determinismo sexista. Contrarrestando eso, aparecieron trabajos como el de J. W. Scott, que aclararon que hablar de las mujeres también se hacía de los hombres, pues no son seres diferentes o alejados, si no que conviven en el mismo contexto. Definiendo que el género es “un fenómeno constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos y el género es una forma primaria de relaciones significantes del poder” (Scott: 2008).

Posterior a Scott, entra en el campo de Bourdieu, para entender el género como una especie de simbolismos culturales y antropológicos que crean valores, y construyen lo que es ser hombre y mujer. Los simbolismos creados en la sociedad se basan en las diferencias corporales, en donde podría parecer que se reduce a solo lo masculino y lo femenino, sin embargo, hablar desde un punto de vista biológico nos obliga a pensar en cinco sexos al menos. Para entenderlos, revisa a Fausto Sterling y sus estudios de la intersexualidad, lo cual nos lleva a entender que las variaciones son muchas y tienen como punto central el hermafroditismo, pero las definiciones son insuficientes y solo funciona si se toman en cuenta los órganos sexuales internos y externos como una unidad. 

El género en las diversas disciplinas

También se adentra en investigaciones como las de Godelier, para entender las construcciones de género en sociedades alejadas como la de los Baruya en Australia. Observó primero como se construye una diferencia socio-sexual que asumen los sujetos y esta termina creando relaciones de poder dispares en donde surgen los simbolismos de género. 

Finalmente, la antopologa reconoce que el concepto género nació como una respuesta al concepto sexo, que se entendía como algo natural e inamovible, pero siguiendo a Foucault, hay que observar el sexo como algo creado y aprendido socialmente. Dice “No solo se pertenece a un sexo, se tiene sexo y se hace sexo”. Finalmente hace un recorrido por la academia feminista de los 90’s, para observar como el cuerpo, el sexo y el género son revisados como parte de una construcción social.